domingo, 21 de julio de 2013

Relato breve con simple introducción al respecto. Se adjunta ejemplo.

De todas formas no soy el primero ni seré el último en gastar algo de tiempo en definir su ideal de relato.
Además de lo sorpresivo, lo atrayente debe ser una acción ambigua, múltiplemente justificable, un acabose que deje al lector suspendido en un pensamiento propio que de no haber existido el cuento tampoco habría sido dado a la luz - o a la sombra - de su mente.

Ejemplo :

Supongamos que detrás de unas cortinas el observador contempla un par de zapatos que sobresalen.
La densidad de la tela no permite adivinar ni la altura ni la envergadura del presunto propietario del calzado y que se esconde no sabemos con qué malignas o insulsas intenciones.

Se acerca con dudosa temeridad, extiende el brazo y descorre las cortinas de manera finalmente decidida para reencontrarse consigo mismo tras varios años de búsqueda.
Eso si, poco intensa.

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